Seminarista Daniel Alejandro Valera G. “S. Juan Pablo II me ha acompañado en todo mi proceso vocacional, incluso antes de mi inquietud al sacerdocio”

Pastoral para la Comunicación. – En próximos días la Arquidiócesis de Tijuana contará con 4 nuevos Diáconos quienes después de haber concluido sus estudios de Filosofía y Teología ahora están preparados para iniciar su ministerio de servicio al pueblo de Dios.  Tal es el caso del seminarista Daniel Alejandro Valera Gómez, nació el 21 de enero de 1992 en Tijuana, B. C. Pertenece territorialmente a la Parroquia Cristo Sumo y Eterno sacerdote, en Otay.

“De mi hogar siempre recuerdo un ambiente religioso, de piedad, íbamos a Misa, rezábamos el rosario, ahí aprendí la fe, posteriormente en mi adolescencia viví la fe más consiente en el Movimiento Ecos, ahí experimente un cierto grado qué es el servicio e incluso un pensamiento sobre la vocación. En la parroquia me integré al grupo de jóvenes, al coro y seguí un primer discernimiento en SEMFAM, creo que todos estos elementos contribuyeron al descubrimiento de mi vocación’, recordó en entrevista”

Esto fue lo que nos participó a una semana de ser ordenado Diácono de manos del Sr. Arz. Francisco Moreno Barrón:

Experiencia dentro del Seminario

Ha sido muy rica, muy variada, a veces difícil por los retos que implica, pero sobre todo es una experiencia de encuentro con Cristo, con los demás, aprender a obedecer la autoridad como un servicio que te prestan a ti de los padres formadores, el Seminario es la experiencia del Encuentro con Cristo en los demás y conmigo mismo. Aprender a dejarme sanar y una época de mucho crecimiento integro.

Retos más simbólicos que ha enfrentado antes de llegar a la Ordenación Diaconal

El primero que fue incluso antes de entrar al seminario es el miedo a lo desconocido, pues uno no sabe de qué se trata hasta que lo estás viviendo. Después de esto otro reto es aprender a vivir en comunidad, un horario en común, vas a prendiendo que es una forma de vivir la caridad y por supuesto los retos académicos que son exigentes en las dos áreas, Filosofía y Teología. Y un gran reto es no desanimarse y aprender a orar no de manera mecánica sino como experiencia de constante encuentro con Dios.

Qué experiencias te han impactado como seminarista y que te comprometen y te motivan a la ordenación diaconal

Una experiencia fuerte es vivir la Santa Misa diaria, una gracia muy grande, experimentar la presencia de María, Virgen, la fe de muchos hombres y mujeres de la Iglesia que, con sus oraciones, apoyo, amistad motivan y acrecientan la fe, finalmente la convivencia con los hnos. seminaristas y padres formadores que van prefigurando la fraternidad sacerdotal.

¿Cuál será tu tarea como Diácono?

En el fondo de todas las actividades que el Diácono puede realizar se centra en una que es el servicio, ser como Cristo servidor.

Santo patrón al que ha encomendado su Diaconado

San Juan Pablo II me ha acompañado en todo mi proceso vocacional, desde mucho antes de tener conciencia de inquietud sacerdotal me llamaba mucho la atención su carisma, su fuerza, y ya en el camino de discernimiento me impacto su carisma pastoral y pasión por Cristo, con su frase famosa me conquisto: ‘No tengan miedo a Cristo’.

¿Cómo está viviendo este momento días previos a la ordenación?

Antes de los ejercicios espirituales había paz, pero al mismo tiempo con muchas preguntas en mi mente, me doy cuenta que son parte del camino, asumiendo eso ahora tengo mayor paz, tranquilidad. Estoy feliz esperando comenzar el ministerio de la manera y de la forma que Dios quiera.

Las ordenaciones sacerdotales y diaconales serán el próximo sábado 10 de agosto en las instalaciones del seminario menor, Cerro Colorado a las 9:30 de la mañana, esta solemne Eucaristía enmarca el III Aniversario de ejercicio pastoral en Tijuana del Sr. Arz. Francisco Moreno Barrón, los esperamos.

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