La Pastoral Social formó a sus agentes en el principio de subsidiaridad
El principio de subsidiaridad protege a las personas de los abusos de las instancias sociales superiores e invita a estas últimas a ayudar a los particulares y a los cuerpos intermedios a desarrollar sus tareas. Este principio se impone porque toda persona, familia y cuerpo intermedio tiene algo de original que ofrecer a la comunidad. La negación de la subsidiaridad, o su limitación en nombre de una pretendida democratización o igualdad de todos en la sociedad, limita y a veces también anula, el espíritu de libertad y de iniciativa.
La consecuencia característica de la subsidiaridad es la participación, que se expresa esencialmente en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece. La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y con vistas al bien común.
Agradecen a los párrocos y comunidades que continúan apoyando a sus agentes dentro de su formación para continuar sirviendo con amor a los más pequeños:
Las parroquias que los acompañaron en este mes de abril son:
1.- Grupo de Apoyo de Pastoral Social Diocesano.
2.- P. Jesucristo Príncipe de la Paz.
3.- P. Cristo Redentor.
4.- P. Divina Providencia (grupo inicial Felicidades).
5.- P. Nuestra Señora de Zapopan.
6.- P. Nuestra Sra. Del Carmen.
7.- P. Nuestra Señora de la Encarnación.
8.- P. Divino Maestro y Nuestra Señora de Guadalupe.
9.- P. Sagrada Familia.
10.- P. Divino Rostro de Jesús.
11.- P. San Pedro y San Pablo.
12.- P. San Miguel Arcángel.
13.- P. San Martín de Porres.
14.- P. Ntra. Sra. de Guadalupe La Mesa.
15.- P. Santa Cruz del Apostolado.